El desplome de la actividad constructora en España, que ha retrocedido a niveles de los años noventa, ha llevado a los grandes grupos a volcarse en ganar contratos en el exterior. Los buques insignia del sector —Sacyr, OHL, ACS, Ferrovial y FCC— lograron mantener su cifra de negocio en el primer trimestre gracias a los proyectos internacionales, que aportan tres cuartas partes de la facturación.
De forma paralela, en este periodo las constructoras —incluyendo a Acciona— siguieron reduciendo su endeudamiento, que a finales de marzo era casi un 10% inferior al que arrastraban hace un año. Los mercados han aplaudido los pasos dados por estas compañías, algunas de las cuales han vuelto a tener, e incluso mejorar, la capitalización bursátil anterior a la recesión.
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