Las criptomonedas se han convertido en uno de los temas más sonados en el último año. El número de usuarios de estas monedas no ha parado de crecer y desde el año 2009 ya son consideradas como método de pago en cada vez más lugares. Tal está siendo su crecimiento, que su precio se disparaba en abril del pasado año un 1.300%, sobrepasando los dos mil dólares, lo que suponía que superaba el valor del oro.

Estas monedas son creadas bajo la tecnología Bockchain y son usadas como medio de pago y como reserva de valor. Actualmente, son gestionadas mediante programas y aplicaciones en los que se accede con usuario y contraseña. Sin embargo, forman parte de un territorio mercantil fuera de la ley, lo cual genera muchas controversias, debido a su falta de regulación por parte de ningún gobierno.

Nos encontramos ante un campo muy extenso y todavía desconocido. Actualmente, están surgiendo cada vez más empresas españolas e internacionales que permiten comprar, gestionar y realizar transacciones de forma sencilla, lo cual anima a cada vez más usuarios a iniciarse en el mundo de las criptomonedas.

Sin embargo, existen muchos condicionantes de su crecimiento, entre estos, destaca el alto coste de electricidad debido a su necesidad de contar con otrdenadores muy sofisticados, así como, su falta de transparencia y de conocimiento completo sobre el tema. Pero, ¿hasta qué punto suponen estas monedas una realidad?

Un grupo de expertos de las universidades UWA Business School y de la University of Technology Sydney, han realizado un estudio sobre el valor de esta moneda: ‘Monedas virtuales: ¿Medios de intercambio o activos especulativos? ‘.

Las principales conclusiones del estudio achacan como poco probable que estas monedas desplacen a las monedas fiduciarias debido a que su nivel como inversión especulativa se encuentra por encima de su uso como medio de intercambio. Esto, afecta de forma negativa a sus bienes como medio de intercambio, por lo que no existe correlación entre el bitcoin y los tipos de activos tradicionales (acciones, bonos y materias primas). Por tanto, podemos concluir que de momento no se prevé que este tipo de moneda pueda llegar a desbancar a los activos tradicionales debido a su carácter principalmente especulativo.